miércoles, 31 de enero de 2007

Aquel día....

Aquel día -estoy seguro-

me amaste con toda el alma.

Yo no sé por qué sería.

Tal vez porque me marchaba…


-Me vas a olvidar -dijiste-.

Ay, tu ausencia será larga,

y ojos que no ven… -Presente

has de estar siempre en mi alma.


-Ya lo verás cuando vuelva.

Te escribiré muchas cartas.

Adiós, adiós… Me entregaste

tu mano suave y rosada,


y, entre mis dedos, tu mano,

fría de emoción, temblaba.…

Sentí el roce de un anillo

como una promesa vaga…


Yo no me atreví a mirarte,

pero sin verte notaba

que los ojos dulcemente

se te empañaban de lágrimas.


Me lo decía tu mano

en la mía abandonada,

y aquel estremecimiento

y aquel temblor de tu alma.


Ya nunca más me quisiste

como entonces, muda y pálida.…

Hacía apenas tres días

que eran novias nuestras almas.


- Gerardo Diego

No hay comentarios: