Hoy quiero que te desnudes,
desnúdate de tus tácticas,
de tu necesidad vacíate;
que nada te distraiga.
Que ni un hilo de aire nos separe,
desnúdate del profundo miedo de estar solo;
de tu voz cuando se alza.
Quítate el rencor de la mirada,
invéntate una forma de mirarme
que aún no te haya conocido.
Serénate.
Desnudo con lo que sientas,
desnudo de tu impaciencia;
despójate de tus ansias
y la prisa que te alcanza.
Porque desnudo eres
mucho más de lo que eres.
Entonces, tú, ya vacío,
eres todo cuanto me llena.
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